Ad portas del cierre de 2025 y, como cada diciembre, La Guajira se viste de colores, música y esperanza. Es el momento en que las familias se reúnen, los amigos se reencuentran y los visitantes llegan con ilusión de descubrir nuestra tierra mágica. Sin embargo, no podemos ignorar que terminamos un año marcado por tensiones, bloqueos y una sensación de incertidumbre que ha afectado la movilidad y la confianza en nuestro territorio. Hoy quiero invitarles a algo distinto: a regalarle a La Guajira una pausa, un respiro que nos permita disfrutar con tranquilidad y seguridad estas fiestas.

Como guajiro, me duele ver que los problemas se han convertido en barreras para la alegría. No se trata de desconocer las dificultades, sino de entender que diciembre es tiempo de unión, de reconciliación y de esperanza. Las fiestas no son solo tradición; son también una oportunidad para fortalecer lazos, para mostrarle al país y al mundo que somos capaces de convivir en paz, de recibir con los brazos abiertos a quienes nos visitan y de proyectar una imagen positiva que atraiga desarrollo y bienestar. Dialogar será siempre mejor que bloquear.

Hago un llamado firme al Gobierno Departamental y gobiernos municipales, además de los líderes sociales y comunitarios: es hora de actuar con responsabilidad y compromiso, con decisiones concretas que garanticen la seguridad en las carreteras, en los espacios públicos y en los puntos turísticos. La movilidad debe fluir sin obstáculos, porque cada bloqueo es un golpe a la economía local, a la confianza de los visitantes y al derecho de los guajiros a disfrutar de su tierra.

La seguridad no es un lujo; es una condición básica para la convivencia. Por eso, urge reforzar la presencia institucional, coordinar con las autoridades y generar canales de diálogo que eviten la protesta violenta y prioricen soluciones pacíficas. La Guajira no puede seguir siendo noticia por conflictos en sus vías sino por nuestra hospitalidad y alegría de nuestra gente, por nuestra cultura y la belleza de nuestros paisajes.

A los empresarios, operadores turísticos y comerciantes: este es el momento de sumar esfuerzos para ofrecer experiencias seguras, atractivas y responsables. La Guajira tiene todo para ser un destino de ensueño, pero hay que trabajar juntos para que los visitantes se lleven la mejor imagen y quieran volver. La confianza se construye con hechos, y cada gesto cuenta. Hay que predicar con el ejemplo.

Y para cada guajiro, mi mensaje es sencillo: hagamos de estas fiestas un espacio para la paz y la alegría. Cuidemos nuestras tradiciones, compartamos con respeto, apoyemos lo nuestro y seamos embajadores de la hospitalidad que nos caracteriza. No dejemos que la incertidumbre nos robe la magia de diciembre. Este es el tiempo para sonreír, para bailar, para abrazar y para creer que 2026 será mejor. Hay que disfrutar las fiestas con serenidad, compartiendo la felicidad con nuestros seres queridos, sin miedo y sin sobresaltos. Que cada encuentro sea motivo para agradecer, para valorar lo que tenemos y para soñar con lo que viene. La Guajira merece terminar el año con alegría, no con bloqueos ni con tensiones que solo generan más distancia entre nosotros.

Las necesidades son reales y las demandas son legítimas, pero diciembre debe ser un tiempo para sumar y construir, no para dividir. Cada vez que bloquean una carretera también se acaban oportunidades para cientos de familias que dependen del turismo, del comercio y de la movilidad para subsistir. Pensemos en ellos, pensemos en todos.

Que el final de año sea el inicio de una nueva etapa. Que así como las luces de diciembre iluminan nuestras calles, también se ilumine nuestro espíritu. Que cada guajiro sienta que vale la pena apostar por la paz, por la convivencia y por el progreso. Porque La Guajira no solo es un territorio; es nuestra casa, nuestro orgullo, nuestro futuro. Merecemos terminar 2025 con esperanza y abrir 2026 con fuerza. Que la paz y la alegría sean el mejor regalo para todos.

PUNTOAPARTE. Nos vamos de vacaciones. Felices fiestas de navidad 2025 junto con salud y prosperidad en 2026 para mis lectores y sus familias. Y como dijo el filósofo de La Junta: «Se las dejo ahí…” @LColmenaresR